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"Era la primera mujer que recibiría el grado de doctor, y la persona más joven que lo alcanzaba en la UNI"

La Dra. Mónica Gómez, la persona número uno con el grado de doctor en Ciencias en con mención en Física en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), convocó a inscribirse en este doctorado, que ofrece un estipendio de 6500 soles mensuales a las y los investigadores.

Por más mujeres en la ciencia e ingeniería. La Dra. Mónica Gómez, responsable técnica del Doctorado en Ciencias con mención en Física, gracias al fondo ‘Alianzas Interinstitucionales para Programas de Doctorado’ de ProCiencia, y la primera mujer con el grado de doctor en Ciencias con mención en Física otorgado por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), invitó a todas las personas a inscribirse en doctorado que dura tres años. 

La mitad del doctorado se realizará en las aulas de la UNI, en el Perú; mientras que el tiempo restante en una institución extranjera de prestigio. Además, es la primera vez que la UNI ofrece un estipendio de 6500 soles mensuales a los investigadores del proyecto, gracias a ProCiencia. 

La Dra. Mónica conversó con periodistas del portal de la UNI sobre su trayectoria, y explicó por qué es necesaria la perspectiva de género en la academia y los espacios multidisciplinarios.

¿Qué se siente ser la primera mujer en la historia de la UNI que recibió el grado de Doctor en Ciencias con mención en Física en el 2001?

En este momento, por razones históricas y después de más de veinte años, se hace visible; pero siempre fue un honor. Durante mi sustentación había muchas emociones juntas, que llevaba en silencio. Sabía que era la primera mujer que recibiría el grado, y la persona más joven que lo alcanzaba en la UNI. Tenía 30 años en ese entonces, y además tenía dos meses de embarazo. 

¿Qué pensaba sobre la maternidad en aquellos días?

No tenía ni la más remota idea de que la maternidad cambiaría tanto mi vida. De alguna forma, pensé que seguiría desarrollándome en mi carrera académica con cierta normalidad. Por ello, continué impulsando la creación del Doctorado en Ciencias con mención en Química en la UNI.

¿Cuántas promociones habría esperado la UNI, desde que existe el Doctorado en Ciencias con mención en Física, para que la primera doctora mujer en ciencias con mención en física egrese?

El primer Programa de Doctorado de la UNI fue el de mención en Física, y empezó en el año 1989. Yo recibí el grado de Doctor en Ciencias con mención en Física en agosto del 2001.

¿Cómo fue su camino durante el doctorado para poder culminar con éxito?

Gran parte de mi doctorado lo hice en Suecia. Esto me dio una perspectiva completamente diferente de la vida. Allá me sentía completamente a gusto: podía ir al gimnasio todos los días, amanecerme en el laboratorio, tener a completa disposición los equipos de análisis, pues yo misma los operaba. El acceso a la información era inmediato y mi esfuerzo era reconocido. Por ello, me invitaron a sustentar una maestría en química allá, cuando estaba a la mitad del doctorado.

Por otro lado, mi estancia en la UNI, durante mi doctorado, fue muy gratificante. El ambiente de trabajo era una atmósfera de confianza y retroalimentación. Estábamos entre amigos, con los cuales me unía un gran cariño y respeto.

Cuándo era niña, ¿imaginaba lograr un grado académico tan alto como éste? 

Durante mi infancia, de alguna forma pensaba que la muerte no existía. Cuando escuchaba que alguien decía “el tiempo pasa rápido o volando”, inmediatamente pensaba: “esta es una persona vieja”. Ahora, me queda claro que la muerte es algo a lo que todos vamos a llegar y que no hay tiempo que perder. Debemos prepararnos para disfrutar y perdonar en todo momento. Ambos procesos son retos que debemos enfrentar con mucha osadía y humildad. 

¿Con qué soñaba?

Sobre los sueños, siempre han estado allí y siguen allí. Silenciosamente, los alimento todos los días.

¿Cuáles son las investigaciones que ha realizado como Química?

Mi título profesional es de Licenciada en Química (1996). Trabajé con materiales electrocrómicos para aplicaciones energéticas. Mis conocimientos de termodinámica de soluciones y reacciones de sales inorgánicas me permitieron obtener muy buenos resultados. 

¿Y como magíster?

Para obtener mi maestría en Ciencias de los Materiales, obtenida también en la UNI en el año 1999, trabajé con la obtención de recubrimientos delgados con sistemas de alto vacío. 

¿Y para el grado de doctora?

Mi tesis doctoral fue con el estudio de celdas solares de tercera generación (2001). Como mencioné, quedé embarazada y luego de ello seguí dictando clases. Tuve un embarazo fabuloso: no tenía malestares, comía sin problemas, comía con tanto gusto que subí 20 kg, y seguía caminando rápido. Pero todo cambió cuando sentí por primera vez el movimiento de mi bebe en mi vientre. No podía imaginar que me despegaría de ella en uno o dos meses, luego que terminara mi licencia por maternidad. 

¿Por qué decidió renunciar a la UNI?

Con mi esposo decidimos que yo renunciaría a la UNI y me quedaría con nuestra hija en casa. Fue una decisión radical, sin duda. No tenía idea de lo que era la maternidad. Por ello empecé a estudiar educación inicial y, entonces, vino nuestra segunda hija, justo cuando pensaba regresar al trabajo académico. Pero esta vez para mí estaba claro; debía dejar todo, también por ella. ¿Cómo le diría, después de unos años, mirándola a los ojos: “por tu hermanita dejé mis anhelos profesionales, pero por ti ya no podía hacerlo”? 

¿Qué cambió en ese momento en su vida?

Me retiré durante 10 años de mi carrera académica. En ese tiempo comencé a trabajar experimentos de ciencias para niños en el INABIF (donde hice mis prácticas preprofesionales); y me dediqué, como maestra de educación inicial, a reconocer que mis hijas y los niños con los que interactuaba eran mis maestros. En lo particular, mis hijas aún son mis maestras.

¿Cómo se desarrolló siendo mamá?

Cuando mis hijas eran pequeñas, no les interesaban mis grados, ni mis logros académicos. Sólo necesitaban, como cada uno de nosotros, sentirse amadas y respetadas. Suena tan sencillo, ¿verdad?; pero ello demanda mucho desprendimiento de una misma. Es un aprendizaje, un proceso, y efectivamente, es un privilegio. Después de hacer “colegio en casa” con mis hijas durante cuatro años, sabía que ya era hora de regresar a la vida académica universitaria. 

¿Recomenzar en la vida académica fue sencillo?

En el año 2011, me presenté al Concurso L'Oréal por la mujer en la Ciencia, en su versión del Perú. Comencé a trabajar con Manfred Horn, una propuesta de la Cátedra CONCYTEC, y apliqué a todas las oportunidades que se presentaban. 

Fue una gran bendición que muchas de las aplicaciones hayan salido favorecidas. Entonces empecé un trabajo duro en el desarrollo de materiales textiles funcionales y materiales, para aplicaciones energéticas y ambientales. Hasta el momento sigo trabajando en cooperación nacional e internacional.

¿Cuenta con artículos científicos publicados? ¿En qué plataforma?

Por supuesto, es indispensable escribir artículos. En este momento tengo 55 en SCOPUS y más de 20 en SCielo. Estoy en el nivel I del RENACYT.

¿Cómo ha ido variando la brecha de género en su carrera y especializaciones o el doctorado?

Cuando llegué a Suecia en el año 1997, estaba sorprendida de que existiese esa reivindicación histórica con las mujeres, que se ofrecieran plazas solo para ellas y que se las reconoce e incentiva de una forma especial en la sociedad. No podía imaginar que ello alguna vez sucediera en el Perú. 

Si bien aún seguimos muy lejos de ello, debo mencionar que, para la convocatoria de Alianzas Interinstitucionales para Programas de Doctorado, se consideraba 2% de puntaje adicional si el Responsable Técnico era mujer. Con esto, la Alianza que lidero ganó más de cinco puntos, aunque sólo se reconoció un puntaje de 5 porque era la nota máxima.

Ahora en la UNI contamos con varias doctoras. Yo he asesorado a dos damas talentosas, que sin duda se están abriendo camino en el Perú.

¿Por qué es importante que las niñas y mujeres sientan interés por la ciencia?

Porque la ciencia nos permite entender nuestra vida, cómo funcionamos, nuestro metabolismo, y cómo funciona el medio que nos rodea. Nos permite respetarnos a nosotras mismas y a nuestro entorno. Es un lenguaje, como el arte, la literatura y la música. Es sencillo, necesitamos la ciencia para poder vivir en armonía.

¿Qué recomendaciones le daría a las personas que quieran inscribirse en el Doctorado en Ciencias con Mención en Física como líder del proyecto?

Que se atrevan, que no tengan miedo. Si están buscando la excelencia, las y los acompañaremos. No estarán solas ni solos.

¿Es la primera vez que una universidad ofrece un estipendio de 6500 soles mensuales gracias a ProCiencia?

Esta es una oportunidad sin precedente. Si yo no hubiese contado con el apoyo de mis padres, cuando hacía mis estudios, no los hubiese podido concluir.

 

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