El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Francisco Dumler, conversó con RPP Noticias sobre las medidas que ha tomado su cartera para enfrentar el friaje en el sur del país y sobre la importancia de obras de vivienda, agua y saneamiento para hacerle frente no solo al frío extremo, sino también a la desnutrición infantil.

Todos los años sabemos que producto del friaje morirán adultos, jóvenes y especialmente niños. ¿Cómo ha enfrentado esto el Ministerio de Vivienda en la zona sur del Perú?

Hemos tenido varias estrategias. Una de ellas ha sido la instalación de 400 tambos en estas zonas, que se han convertido en una plataforma para articular los servicios del Estado. Por ejemplo, hace poco visitamos Upina (Puno), a 5300 metros sobre el nivel del mar y allí encontramos en el tambo una campaña del Ministerio de Salud. Gracias a estos tambos, el Estado llega a lugares a los que antes no podía y desde allí se irradian todos sus servicios. En Apurímac, el 100% de las personas en el ámbito influencia del tambo tienen DNI. Puede que esto para alguien de la ciudad no parezca gran cosa, pero es importante. Al tener DNI, una persona puede acceder a programas de salud, Pensión 65, Cuna+. Esto forma un círculo virtuoso.

Otro de los grandes problemas es la falta de viviendas adecuadas para enfrentar el frío extremo.

Hemos comenzado a reemplazar viviendas en mal estado donde vivían personas en extrema pobreza en zonas de heladas. Desde hace dos años, con el apoyo de la Universidad Católica del Perú (PUCP), la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI)  y de la cooperación finlandesa y alemana, hemos instalado estas viviendas que mejoran el confort térmico. Si afuera se experimentan temperaturas de 8 grados bajo cero, en el interior de estas viviendas la sensación es de 8 o 9 grados. Igual es necesario abrigarse, pero se puede dormir y es un cambio significativo para muchas personas. Hemos instalado 13 mil viviendas que nos han costado 260 millones de soles a través de subsidio directo.

Pese a estos avances, aún hay una brecha que no se ha eliminado. ¿Cuál es el número de personas que aún viven en situaciones precarias en zonas de friaje?

En zonas altamente pobres o muy pobres, hay aún una brecha de 87 mil viviendas. No es fácil llegar a ciertas zonas donde la ruralidad es dispersa. Además hay que colocar servicios complementarios de agua y saneamiento. Eso tiene sus problemas particulares. ¿Muchos se preguntan qué relación tiene la construcción de tambos y viviendas con los programas sociales? Cuando tú le preguntas a un joven en la ciudad “¿cuál es la principal causa de desnutrición?”, te responde que es la falta comida. Pero en el mundo rural, la principal causa de desnutrición no es la ingesta calórica, es el agua. El 33% de la desnutrición es por la mala calidad del agua. Otra tercera parte está relacionada a temas higiénicos. Imagínate la importancia de revertir eso. Un niño que no se nutre correctamente no desarrolla masa neuronal. Y lo que estamos haciendo en romper ese círculo vicioso. ¿De qué sirve que construyamos colegios, pongamos profesores y gastemos un montón de dinero en educación si los niños no son capaces de soportar 3 horas de clase?